lunes, 7 de julio de 2008

Hombre mirando al Sur





Foto: Simone.
Texto: Jean-Paul.
Música: Jorge Drexler.

No soy muy versado en ramblas. Conozco sólo las que miran al Río de la Plata, pero me alcanza y me sobra para saber que me cautivan. Quizás sea la resistencia estoica de las grandes piedras frente a la incesante violencia de las olas, o tal vez esa inagotable reserva de atardeceres.


Siempre pensé que, si alguna vez vivo lejos de la costa, la voy a extrañar. Estar en la rambla de Montevideo siempre me hizo sentir en casa. Suena cursi, lugar común, todo lo que quieran, pero es así. Mirar al sur y sentir frío en la cara y en las manos, pensar en todas las cosas de las que el río fue testigo, respirar el viento, estrenándolo, porque parece aire nuevo, que nadie hubiera respirado jamás; si uno no extraña eso de esta ciudad, es que realmente no la conoció bien.


Hay una hora particularmente entrañable, que parece escapada del país de los sueños. Cuando el sol se fue, pero dejó un poquito de luz olvidada. Son minutos, en invierno poco más que segundos. El cielo queda de un azul luminoso, la noche parece empezar por el mar, luego pasa a la arena y trepa hasta la rambla. De a poco todo se hunde en la oscuridad, y la luna y las estrellas empiezan a reclamar su momento. Pero en esos instantes después del anaranjado atardecer, un paño azulado cubre el mundo y saluda la llegada de la noche.

Y no hay lugar como la rambla de Montevideo para verlo.

3 comentarios:

Simone dijo...

Simone reportándose.
Aplaudiendo la genialidad de mi compañero de senda y esperando sea del agrado de ustedes lo que en este espacio pretendemos humildemente exponer.
Al que no le guste, tampoco se asuste. nos guste o no nos guste que nos use como lustre mientras fume nuestro encanto de seres semi-ilustres.

Diego dijo...

Bueno amigo, qué puedo decirte? En primer lugar gracias por invitarme a este espacio.
Da gusto leer algo así luego de luchar con números todos los días y no tener tiempo de disfrutar una buena lectura, más aún cuando los únicos textos a los que accedo son burdos mensajes de celulares, msn y telebasura que dan ganas de matarse...
Una vez más me saco el sombrero y te felicito por tu genialidad y elocuencia, me alegra mucho leerte así y espero verte publicado prontamente. Es un desperdicio, no; mejor dicho: es hasta egoísta, diría yo, no compartir tus palabras con todo el mundo. :)
Te mando un abrazo, y felicito también si me lo permten, a Simone por demostrar tan buen gusto y fineza.
Saludos, y como siempre, aquí estoy para lo que precises.
Éxitos. :)

Ernesto dijo...

Qué buen texto, la verdad muy lindo. y las imágenes, bueno que decir, la rambla tiene su encanto, recuerdo cuando fui a Córdoba y me enteré que estaba en el medio mismo de un pais, me enfermé.
Es bueno ver que gente inteligente se junta a hacer blogs como estos, y como el mio :P que tal vez no tenga textos como los expuestos aqui, (poruqe no fui entrenado en el arte de las letras como estas personas), pero si apuntan a algo mas que un archivo de fotos para que la gente en un gesto de no se que pongan firmas como, "pase", "besote", etc. Bueno, creo que me desvié y me puse violento con estos temas como siempre.
Solo me queda saludarlos y espero que sigan con estas geniales publicaciones.

Visiten mi blog también no?

Negro